Saltillo: Por conducir moto sin casco la multa es de hasta 1,344 pesos, pero a veces el costo es la vida
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En 2021 se reportaron accidentes en los que el uso del casco le salvó la vida a los motociclistas, en otros hechos el impacto fue tal que ni el casco fue suficiente para evitar la muerte
El uso del casco protector mientras se conduce o tripula una motocicleta, tiene como fin evitar o amortiguar golpes y heridas en la cabeza que puedan derivar en daños severos, discapacitantes o incluso en la muerte.
De acuerdo a la Asociación Civil llamada Luchemos por la vida, con sede en Argentina, y cuyo fin es prevenir accidentes de tránsito, los motociclistas que usan el casco tienen un 73 por ciento menos de mortalidad que los que no usan el casco.
En tanto, también los que usan el casco tienen hasta un 85 por ciento de probabilidad de no sufrir lesiones graves en comparación a los que no usan el casco.
En Saltillo, conducir o tripular una motocicleta sin casco protector es una acción que se sanciona con una infracción de tránsito.
De acuerdo a la Ley de Ingresos del Municipio de Saltillo, en su apartado Infracción contra la seguridad pública y protección a las personas, el costo de la multa por conducir o tripular una motocicleta sin casco puede ir desde los 896.2 pesos hasta los mil 344.3 pesos.
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Así funciona el casco ante un impacto
En un boletín emitido por la asociación Luchemos por la vida, se explica que en primera instancia el casco absorbe parte de la energía del impacto con su estructura y el cerebro golpea contra el cráneo con menos fuerza.
Otra de sus funciones es dispersar el impacto en una superficie más grande, por lo que la energía del choque no se concentra en una sola parte de la cabeza.
Además, actúa como barrera que evita el contacto brusco entre la cabeza y el objeto de impacto, como podría ser el suelo.
Los casos en Saltillo
Durante 2021, en la capital coahuilense se reportaron casos en los que portar el casco jugó un rol fundamental a la hora de salvar la vida de los motociclistas. Sin embargo, también hubo otros hechos en los que ni el objeto de seguridad pudo evitar que la muerte se hiciera presente en los accidentes viales.
El 21 de junio pasado, un motociclista sufrió un accidente en calles del periférico Luis Echeverría Álvarez con dirección hacia Jesús Valdés Sánchez a la altura del Distribuidor Vial El Sarape.
Juan Adolfo, de 30 años, murió en la caja trasera de una unidad de tránsito luego de sufrir un accidente vial. Mientras era trasladado a recibir atención médica, Juan perdió la vida por las lesiones a pesar de que portaba el casco protector.
Otro caso ocurrió en abril del año pasado, cuando Juan Eduardo de 26 años, perdió su ojo izquierdo luego de estrellarse contra una camioneta que se atravesó en su paso. Juan viajaba a bordo de una motocicleta, y tras chocar, el casco que portaba se partió en dos.
La cabeza de Juan se estrelló contra la puerta de la camioneta, y aunque el casco protector le salvó la vida, la consecuencia de este accidente fue el desprendimiento del ojo del motociclista.