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Los campos de concentración para japoneses que EE UU borró de sus libros de historia

Roosevelt ordenó tras el bombardeo de Pearl Harbor el ingreso de más de 120.000 japoneses estadounidenses en diez campos de reubicación

Imagen de los japoneses internados en Camp Amache
Imagen de los japoneses internados en Camp Amachelarazon

Durante la II Guerra Mundial, los japoneses eran una amenaza para los norteamericanos. Para garantizar que Japón tuviera un buen comportamiento el 18 de agosto de 1941 el representante de Michigan John Dingell envió una carta al presidente Roosevelt en la que sugería encarcelar a los 10.000 estadounidenses japoneses hawaianos. Pero no fue hasta el ataque de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941 cuando EE UU decidió tomar medidas. En 48 horas, detuvieron a 1.291 personas sin cargos formales y sin dejarles ponerse en contacto con sus familias. El 19 de febrero de 1942, Roosevelt firma la Orden Ejecutiva 9066 que permite a las autoridades militares retener a cualquier persona sin juicio o audiencia y que ordenaba la construcción de diez campamentos de reubicación para internar a japoneses. La construcción del campo de concentración de Colorado, conocido como Amache, comenzó entre julio y agosto y pero los internos comenzaron a llegar de forma inmediata. En octubre había 6.785 evacuados en el campamento.

Imagen aérea de Camp Amache
Imagen aérea de Camp Amachelarazon

En febrero los barracones llegaron a albergar a 7.318 japoneses, lo que convirtió a Amache en la décima ciudad más grande de Colorado. Además de Camp Amache, se construyeron centros de reubicación en California, Arizona, Idaho, Wyoming, Utah y Arkansas, en los que fueron encerrados más de 120.000 japoneses estadounidenses.

Imagen de único barracón levantado en Cam Amache en la actualidad
Imagen de único barracón levantado en Cam Amache en la actualidadlarazon

En su apogeo, Amache retuvo a más de 7.300 internos, que fueron confinados dentro de 1,5 kilómetros cuadrados alambre de púas y guardias armados. En pocas semanas, se disparó el racismo antijaponés por el ataque de Pearl Harbor y miles de japoneses fueron obligados a hacer las maletas, abandonar sus casas y sus negocios para ser internados en estos centros. A pesar de las pésimas condiciones de vida y el trato cruel por parte de los guardias, más de 950 japoneses estadounidenses internos decidieron alistarse en ejército norteamericano para luchar en la Segunda Guerra Mundial, de los que 31 murieron en combate.

Amache se cerró formalmente en octubre de 1945, después de haber albergado a más de 10.000 japoneses. En 1947, la Administración de Activos de Guerra (WRA) comenzó a deshacerse de los edificios y estructuras del antiguo campamento, incluidos el tanque de agua y la torre. Había que borrar las huellas de un hecho avergonzante de la historia. Sólo quedaron los cimientos, árboles plantados por los internos, antiguos jardines, caminos y un cementerio. La WRA vendió la mayoría de los recursos excedentes a personas y empresas de la región. En 1947, el tanque de agua y la torre de Amache encontraron un nuevo hogar en un rancho.

Los campos de concentración para japoneses que EE UU borró de sus libros de historia
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Sin embargo, en la década de 1980, los estadounidenses de origen japonés comenzaron a hacer peregrinaciones anuales al sitio para conmemorar la resistencia de aquellos que fueron internados injustamente en un lugar que fue nombrado Monumento Histórico Nacional en 2006.

Fruto del interés mostrado por los japoneses se puso en marcha un plan para rescatar del olvido lo que alli ocurrió y 2003 se otorgó una subvención del Fondo Histórico del Estado a la ciudad de Granada para inspeccionar el sitio y crear un plan de gestión. La inspección reveló aspectos de la cultura japonesa estadounidense en campamento, los internos construyeron una variedad de características del paisaje, como jardines ornamentales o completos con estanques koi en algunos casos.

Imagen del cartel que indica la ubicación de Camp Amache
Imagen del cartel que indica la ubicación de Camp Amachelarazon

Uno de estos estanques fue excavado por estudiantes de secundaria de la ciudad de Granada bajo la supervisión del profesor de historia John Hopper. Además, identificaron que en el basurero del campamento había miles de latas que probablemente eran salsa de soja, así como varias jarras de sake. Supuestamente, el sake no podía entrar en el campamento pero según la leyenda popular un comerciante local de Granada hacía negocio por la puerta trasera del campamento y suministraba el popular licor a los japoneses.

Miles de japoneses se vieron obligados a abandonar sus casas y sus negocios e hicieron las maletas para viajar a los campos de concentración establecidos por EE UU
Miles de japoneses se vieron obligados a abandonar sus casas y sus negocios e hicieron las maletas para viajar a los campos de concentración establecidos por EE UUlarazon

Hopper y sus alumnos están reconstruyendo el lugar poco a poco para que este oscuro periodo de la historia norteamericana no permanezca en el olvido. Además, los estudiantes han dedicado muchas horas en buscar y entrevistar a ex internos y a reunir y catalogar los objetos que han ido encontrando. Fruto de su trabajo es el pequeño museo de Amache, que durante el próximo mes se mudará a un edificio más grande.

Gracias a la trabajo de estos adolescentes, las autoridades norteamericanas estudian su considerar Amache como un nuevo parque nacional. La decisión final estará en manos del Congreso, que revisará los hallazgos antes de tomar una decisión, pero que podría llegar a demorarse hasta tres años.