¿Por qué somos más felices cuando llega la primavera?

Cambio de estación

Una pista: la exposición a la luz del sol tiene mucho que ver con la solución a la pregunta del titular

Primavera seca en los parques de Barcelona.

Primavera seca en los parques de Barcelona.

Lourdes Fernández

El 21 de marzo está señalado a fuego en muchos calendarios de muchos hogares. Y es que da comienzo de manera oficial la primavera. La llegada de esta estación provoca en algunas personas un sentimiento de libertad y calidez, sobre todo porque llega justo después de la época más fría del año. Y el frío se suele asocial al recogimiento, la tristeza y la soledad.

Y es que la primavera se asocia a la vida, al nacimiento y la renovación. Tras un invierno en el que los días eran cortos y las noches más largas, llega justo lo contrario: poco a poco el día va ganando terreno y contamos con más horas de luz. Además, las flores comienzan a brotar y, si la época de lluvias ha obrado correctamente, las zonas verdes de la ciudad se presentarán con su mejor cara.

La primavera y la felicidad, grandes amigas

¿Tiene que decir la ciencia algo respecto? Uno de los estudios más conocidos que relacionan época primaveral y felicidad data de 2008 y lo llevó a cabo el psicólogo estadounidense David Myers. En dicho estudio, las personas reportaban unos niveles más altos de felicidad y bienestar en primavera y verano en comparación con las otras estaciones. Y esto tenía un principal responsable: un tiempo atmosférico más estable y que aumentaba la exposición a la luz solar.

Otro estudio realizado por la Universidad de Michigan en 2014 concluyó que la exposición al sol en primavera y verano afectaba de manera positiva a las personas. Los participantes informaron de una mejora en su estado de ánimo, su nivel de energía y su capacidad para concentrarse cuando les daba más el sol.

Uno de los efectos más importantes de la exposición al sol es la producción de vitamina D. Esta vitamina, además de ser muy importante para los huesos, es determinante en nuestro estado de ánimo. Además, el sol también afecta al ritmo circadiano, que es el que controla el ciclo de sueño-vigilia y determina un descanso de calidad. Si descansamos bien durante la noche, podremos concentrarnos de manera más efectiva a lo largo del día, siendo así más productivos.

Además, se ha demostrado también que si nos exponemos al sol liberamos endorfinas, neurotransmisores que producen una sensación de bienestar y felicidad. Además de endorfinas, puede aumentar también la producción de serotonina, otro neurotransmisor que ayuda a que podamos tener un ánimo positivo.

Tras las nubes y el recogimiento llega el sol y pasar más horas fuera de casa. Y podemos sentirnos afortunados, ya que España cuenta con muchísimas horas de sol al año. ¡Aprovechemos sus beneficios!

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