Desde que voy en metro cada día a la oficina me fascino al ver a gente haciendo casi de todo.
Es habitual, por la mañana, no escuchar nada. Un silencio fúnebre se apodera de todos nosotros en nuestro camino al trabajo. Hay gente que aprovecha para cerrar los ojos, otros escuchan música y los más trabajadores invierten este tiempo para leer su email antes de llegar.
Por la tarde es otro cantar, gente hablando, sentados en el suelo, leyendo…
En uno de estos trayectos vi a tres mujeres leyendo. Cada una, por eso, con un «dispositivo» más pequeño que la anterior. Desde el libro bíblico absurdamente grueso hasta el smartphone.
Feliz lunes.
Todavía hay gente que lee libros de papel, aunque sean gordos
Me incluyo en ese grupo 😉
Con lo cómodo que es leer en el Kindle. Ligero, muchos libros, puedes cambiar el tamaño de fuente, tiene diccionario… solo le veo ventajas. Aunque comprendo que haya gente que no sea fan de la tecnología y le resulte más fácil ir a la librería/biblioteca 🙂
Me son inagotables todas tus narraciones.Eres formidable. >-I
¡Muchas gracias Juan!
Sí, lo del cambio de fuente es comodísimo.
También tengo kindle, pero el papel tiene un «je ne sais quoi» , el tacto es incomparable 😉
Como en Alicante no tenemos, siempre que voy a Madrid o Barcelona me quedo embobado viendo a la gente y las cosas que hacen en los metros
Yeah, los que tenemos que ir cada día en él desearíamos no tener que hacerlo.