La primavera empezó el día 1 de marzo. Ya estamos dentro de ella, no hace falta esperar al día 21 (día 20 este año). Los días son más largos, y el clima... se vuelve imprevisible, así que no guardéis todavía el edredón: es primavera.
No, no nos hemos vuelto locos: hablamos de la primavera meteorólogica, que empieza el día 1 de marzo por "convención, que tiene en cuenta el tipo de tiempo y las horas de sol" y no el equinoccio que marca la primavera astronómica. Para los meteorólogos como Ángel Alcázar, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se trata de un trimestre interesante.
Pero, ¿hay alguna forma de definirla? La primavera es la estación "más variable", según Alcázar, que remite a dos ejemplos de la AEMET. "Este fin de semana entra una masa de aire polar, hará frío en toda la Península", lluvia y nieve según el lugar y, en varias provincias, "es posible que se alcance la temperatura más baja en lo que va de año". Es decir, la primavera es capaz de batir al invierno en su propio terreno, o de marcar en el mismo mes calores propios del estío, por encima de los 30º.
Incluso aunque respetásemos el equinoccio que marca el inicio de la primavera astronómica. En la AEMET han estudiado rigurosamente cómo ha sido el tiempo durante los últimos 35 años en los días que este año se corresponden con la Semana Santa, y han encontrado "de todo". Desde mínimas cercanas a los ocho grados bajo cero en Palencia hasta los 33 grados que se han llegado a vivir en Valencia. Todo en la misma semana, dependiendo del año. "También se nota más en España. Tenemos una orografía que hace posible estos contrastes".
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